Diez años despues del lanzamiento del FFVII para Playstation, el juego es como el buen vino. La entrega no pasa de moda, sino que cada vez cuenta con mas jugadores y mas homenajes. Square decidió celebrar su décimo aniversario y que mejor que una entrega para ampliar la saga. Fué el origen de Final Fantasy Compilation. Con un nivel gráfico claramente superior, junto con el hecho de que siendo para la consola de PSP, sea un juego portail, la sitúa a la cabeza del mercado.
Cloud está en la historia como personaje secundario. Aparece como un joven inútil que desearía estar en SOLDADO y llegar a primera clase. A medida que avance el juego, cobrará un asombroso protagonismo y un hueco en nuestro corazón. Tambien hay caras nuevas, como Génesis y Angeal, los mejores amigos de Sefirot.
Esta entrega de FFVII sitúa los hechos justo antes del juego original. Midgar está finalizando sus tareas de construcción y la compañía Shinra esta librando una guerra con Wutai. Controlas a un joven miembro de SOLDADO llamado Zack, cuya aventura comienza en el momento que un miembro de SOLDADO abandona la compañía y deben dar con él. Los hechos que se desarrollan a partir de aquel incidente, le hacen involucrarse hasta el punto de ser un complice. En el juego aparecen o son citados la gran mayoría de personajes del juego. De hecho hay una gran cantidad de guiños por parte de los desarrolladores. Tantos, que algunos consideran excesiva o poco original. Se relatan hechos como el accidente de Nibelheim, la relación que tiene con Aeris y Sefirot y otros, que tiene que ver con Cloud y un punto fuerte que nunca llegamos a conocer de ese misterioso personaje: Su personalidad.
La banda sonora cuenta con apartado técnico impecable por parte de Takeharu Ishimoto, en la que hay piezas a piano, guitarra y violín, para las suaves y ritmos Tecno y Rock para fases de acción. Las voces de los personajes estan bien representadas y son las mismas que en las demás entregas.
La jugabilidad no es por turnos, si no que tiene un estilo de comandos a tiempo real estilo Kingdom Hearts. En él, se seleccionan los objetos y las materias junto el comando atacar. El resto de comandos son bloquear esquivar y huir.
Ahora toquemos los puntos flacos. La historia es algo compleja de entender para el jugador medio, aunque eso es algo que va con la saga. Suelen haber frases importantes que pasan desapercibidas acompañadas de flashbacks. En cuanto a jugabilidad, la OMD es un completo fallo. Que las invocaciones, los límites, el subir de nivel y ciertas escenas de la historia esten a cargo del azar de una ruleta es lo peor. Para ser un juego de acción en tiempo real, los movimientos del personaje son algo limitados.
Los graficos 3D estan detallados tanto en personajes como en escenarios.
El desarrollo es bastante lineal y no se puede regresar a las zonas visitadas, cosa que intentan compensar con un amplio catálogo de misiones. El problema es que son muy similares y repetitivas. Para que sea entretenido se recomienda realizarlas en grupos de cinco. Además, con dejarte el mas mínimo detalle atrás, no puedes completar el panel y a la partida siguiente no se guarda el progreso. Tambíen cabe mencionar que jugarlo antes del original le hace perder gran parte de la intriga y la magia al juego original, pero eso no debería formar parte del juego en sí.
Sin embargo, a pesar de todos esos defectos es de los mejores juegos que se puede probar. Tanto de FFVII como de la misma consola. Muy recomendable. Para ver el opening, pincha aquí.